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Cómo colgar cuadros, consejos y recomendaciones

El que más y el que menos considera la tarea de colgar un cuadro como una labor doméstica realmente sencilla, pero si queremos colocar nuestros cuadros de una forma correcta, la tarea no resulta tan sencilla como parece. Y es que el arte es algo realmente agradable de mirar pero enrevesado de colgar.

Colgar cuadros

En este artículo os enseñaremos los diferentes aspectos decorativos y funcionales que deberemos tener en cuenta a la hora de colgar un cuadro, consejos y recomendaciones que deberéis tener en cuenta si queréis que una obra de arte tenga presencia y embellezca realmente vuestro hogar. La tarea de colgar un cuadro debe ser un trabajo meditado siempre con el objetivo de encontrar el sitio perfecto.

Emplazamiento del cuadro

Lo primero que deberemos elegir es el emplazamiento del cuadro. No hay necesidad de medir, ni centrar, deberemos elegir la ubicación a ojo, escogiendo una ubicación donde el cuadro destaque, y sea visible. Una vez elegido el emplazamiento el cuadro debe estar en equilibrio con su entorno. Ni demasiado alto, ni demasiado bajo.

Eso sí, al colgarlo es importante situar el centro del mismo quede más o menos al nivel de los ojos. La regla puede variar dependiendo del tamaño del cuadro, situándolo ligeramente por encima del nivel de los ojos si el cuadro es pequeño (menos de 70 centímetros de lado) o ligeramente por debajo si es de tamaño grande (más de 80 centímetros).

Emplazamiento de cuadros

Los cuadros no deben nunca sufrir la exposición directa y prolongada a la luz solar ya que esta ocasiona que los colores se vayan atenuando y degradando. En contrapartida la habitación debe ser luminosa, pero siempre evitando que al cuadro le dé directamente la luz del sol.

Si no se puede evitar la exposición directa al sol durante determinadas horas, será conveniente enmarcar la pintura utilizando cristales especiales diseñados para bloquear los rayos ultravioleta que son los que más afectan a la conservación de los cuadros.

Tamaño de cuadros y pared

Antiguamente la tendencia era coger una pared y llenarla de cuadros como si de la sección de marcos de una tienda de decoración se tratase. Esta técnica decorativa está ya claramente en desuso. Actualmente se considera muy importante que el espacio libre en la pared y los cuadros de la misma guarden una proporción adecuada, no es necesario que sigan la proporción aurea, pero sí que se genere una percepción visual de equilibrio.

En general en paredes pequeñas deberemos colgar cuadros pequeños y en paredes grandes un cuadro de gran tamaño o cuadros más pequeños que en su conjunto se equiparen a uno de gran tamaño. Siempre buscando la proporción y el equilibrio.

Algo muy importante es que al colgar el cuadro, éste no quede torcido. Lo mejor es utilizar un nivel de burbuja. Pero tampoco debemos preocuparnos demasiado si no disponemos de este instrumento de medición, en este caso podremos medir la distancia al cuadro desde el suelo (nunca desde el techo ya que la primera referencia visual van a ser los muebles que obviamente se encuentran apoyados sobre el suelo).

Colgar cuadros sobre un mueble

Al colocar un cuadro sobre un mueble, ya sea un sillón, un sofá, una mesa, una mesilla o cualquier otro tipo de mueble, el tamaño del cuadro nunca debe ser más ancho que el mueble. En general es importante que el ancho del cuadro no supere el ochenta por ciento del tamaño del mueble.

La distancia adecuada del cuadro al mueble variará dependiendo de la altura del techo y del tamaño del cuadro, pero en general debe oscilar entre 20 y 50 centímetros. Obviamente el cuadro debe centrarse sobre el mueble en cuestión, de manera que la distancia desde ambos lados del cuadro a los extremos del mueble sea la misma.

Colgar grupos de cuadros

Todos los expertos en decoración aconsejan que si se quieren colgar varios cuadros en una misma pared, éstos se agrupen alrededor del mismo punto central, sin que sea necesario que estén alineados por las partes superior, inferior o laterales. Lo realmente importante es que estén distribuidos sobre la misma línea central. Se trata de conformar una composición y como tal, un componente central es el que determina la colocación de los demás componentes.

Diferentes formas de colocar grupos de cuadros

Cuando los cuadros sean de igual tamaño, resulta crucial que el espacio que se deje entre ellos (lo que en decoración se conoce como entrecalle) sea exactamente el mismo. Algo que puede ser muy útil para conseguir este efecto es utilizar un listón que tenga de cuatro a seis centímetros de ancho.

En general y siempre que los cuadros sean de igual tamaño y forma, el espacio libre entre cuadros debe ser el doble al del ancho del marco.

Si los cuadros son de tamaños no homogéneos, entonces deberemos conseguir que el conjunto de todos ellos forme una figura geométrica de tipo rectangular o elíptica.

Para comprobar el efecto final, algo muy recomendables es hacer una prueba utilizando papel, de ser posible de un tono parecido al de los marcos de los cuadros. Se trataría de dibujar la silueta de los cuadros sobre el papel, recortarlas y colocarlas sobre la pared con cinta adhesiva, variando la disposición de los cuadros simulados hasta que esta sea de nuestro agrado. Si no disponemos de papel lo suficientemente grande, otra posibilidad es situar los cuadros sobre el suelo, colocarlos a nuestro gusto y después irlos trasladando a la pared.

Nuestra recomendación es colgar los grupos de cuadros formando una composición simétrica, si es posible colocarlos separados por un eje horizontal y otro vertical de la medidas similares, siendo aconsejable escoger el mismo tipo de marco y paspartú para todos los cuadros del conjunto.

Esperamos que nuestra experiencia en el mundo de los cuadros y como expertos en arte os haya servido para que la labor de colgar vuestros cuadros sea una tarea sencilla y que consiga que vuestro hogar tenga un aspecto distinto, distinguido y bello.

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