Diego Velázquez es, sin duda, el pintor que mejor representa la pintura barroca española. Su obra pictórica se caracteriza por la búsqueda de la profundidad, el dominio de las líneas esfumadas, y el estudio de la luz y la composición. Sus obras incluyen pinturas de personajes populares y algunos cuadros mitológicos y religiosos, pero gran parte de la misma, como causa de haber sido pintor de cámara en la corte de Felipe IV, está formada por retratos y pinturas de la familia real, como es el caso de uno de sus más famosos óleos sobre lienzo, Las Meninas.
El cuadro de Las Meninas (también conocido como La familia de Felipe IV) marcó el inicio del dispositivo simbólico que hoy en día se conoce por el nombre de Modernidad. Pero Las Meninas no es únicamente una pintura que surgió de la mano de un genio, sino una creación que ha dado lugar a multitud de interpretaciones. Este óleo sobre lienzo es, en nuestra opinión, una de las más perfectas trampas para la visión (o trampantojo) de la historia.