Mariano Fortuny en el Museo del Prado (el arte de la acuarela en el siglo XIX)

Llegó el día en el que desde cuadros y lienzos os hablemos de la exposición temporal que, hasta el 4 de septiembre de 2011, se presenta en el Museo del Prado con el título Fortuny y el esplendor de la acuarela española. La sala 60 del Museo del Prado (sala de presentación de colecciones) es testigo de una magnífica selección de cinco acuarelas del gran maestro y artista catalán Mariano Fortuny, así como otras nueve acuarelas de sus discípulos y seguidores más destacados. Aunque la muestra se hace un tanto escasa, las catorce obras que han pasado por esta sala (actualmente sólo hay expuestas doce pinturas), son, en nuestra opinión, algunas de las mejores acuarelas de los artistas del siglo XIX que alcanzaron gran fama y renombre en la ejecución de esta técnica pictórica.

Por las especiales características materiales de las pinturas a acuarela y, al requerir especiales cuidados por su delicadeza, las obras a acuarela no pueden mostrarse de forma habitual, por lo que esta exposición supone una oportunidad única de contemplar estas obras maestras del siglo XIX (ya quedan muy poquitos días, así que debéis daros prisa si queréis disfrutar de ellas; además, al tratarse de fondos de las colecciones del Museo del Prado no es necesario comprar la entrada correspondiente a exposiciones temporales).

Las obras de la exposición Fortuny y el esplendor de la acuarela española

En la exposición se puede disfruta de las siguientes obras de Mariano Fortuny y Marsal (1838-1874):

• 
  Menipo, copia de Velázquez (ver primera pintura), 1866, acuarela sobre papel, 620 x 470 mm, legado de Ramón de Errazu (1904).
• Idilio, 1868, acuarela sobre papel, 315 x 230 mm, legado de Ramón de Errazu (1904).
• Un marroquí, 1869, acuarela sobre papel, 320 x 200 mm, legado de Ramón de Errazu (1904).
• Paisaje de Portici, 1874, acuarela sobre papel, 465 x 320 mm, legado de Ramón de Errazu (1904).
• Mar, al fondo el Vesubio (ver tercera pintura), 1874, acuarela sobre papel, 350 x 253 mm, donación de Henriette Nigrin (1950).

Obras de José Tapiró y Baró (1836-1913):

• Parache, el bailador, 1880, acuarela sobre papel, 680 x 470 mm, adquirido por el Museo del Prado en 1908.
• Santón Darkawía, 1880, acuarela sobre papel, 680 x 460 mm, adquirido por el Museo del Prado en 1908.

Obras de José Villegas Cordero (1844-1921):

• La vuelta del rebaño, 1877, acuarela sobre papel, 945 x 640 mm, adquirido por el Museo del Prado en 1882.
• Campesina, o el Otoño, 1877, acuarela sobre papel, 1020 x 690 mm, adquirido por el Museo del Prado en 1882.

Obras de José Jiménez Aranda (1837-1903):

• El tronco viejo, 1886, acuarela sobre papel, 480 x 320 mm, adquirido por el Museo del Prado en 1903.
• Playa de Chipiona, 1899, acuarela sobre papel, 340 x 520 mm, donación de Pedro Ruiz Prieto (1908).

Obras de Francisco Pradilla y Ortiz (1848-1921):

• Marino Faliero, dux LV, 1883, acuarela sobre papel, 725 x 515 mm, adquirido por el Museo del Prado en 2001.

Obras de Martín Rico y Ortega (1833-1908):

• A orillas del Guadaira, 1871, acuarela sobre papel, 300 x 460 mm, legado de Ramón de Errazu (1904).

Obras de Antonio Fabrés y Costa (1854-1936):

• Un ladrón, 1887, acuarela sobre papel, 1380 x 730 mm, adquirido por el Museo del Prado en 1887.

Un poco sobre Mariano Fortuny

En cuadros y lienzos no podemos terminar este artículo sin mencionar algo sobre Mariano Fortuny y Marsal, pintor español nacido el 11 de junio de 1838 en Reus y fallecido prematuramente el 21 de noviembre de 1874 en Roma, situado dentro del estilo pictórico del eclecticismo español y considerado como uno de los artistas más importantes de la pintura española del siglo XIX después de Francisco de Goya.

Siendo la acuarela uno de los vehículos más característicos de la manifestación artística del siglo XIX, su mayor brillo llegó a España de la mano de Fortuny. Este magnífico pintor español tuvo un papel de primera fila en el mundillo de la cultura artística internacional del siglo XIX, estimulando en gran número de artistas españoles un auténtico afán de imitación de todos aquellos aspectos que iban aumentando la fama del artista catalán y, en especial, de las nuevas técnicas pictóricas que de su mano surgieron. Si bien sus obras más famosas fueron creadas sobre lienzo, coleccionistas y marchantes otorgan un gran valor a sus acuarelas, ya que el preciosismo pictórico que plasmaba en todos sus lienzos, supo también llevarlo a la acuarela.

Las principales características de la obra de Fortuny se pueden resumir en preciosismo, minuciosidad, amplitud espacial, cuidado dibujo, delicadeza, gran sentido del color, increíble estudio de la luz, credibilidad en los detalles, perfecta captación de los distintos tipos de vestimentas y telas, e interés por captar la expresividad de sus personajes.

En la exposición motivo de este artículo se echa un poco de menos que el Museo del Prado no haya decidido exponer y traer algunos de los óleos más representativas de Fortuny, que aún saliéndose de la temática de la acuarela, no habrían hecho ningún daño a la exposición, oleos como por ejemplo:

• La vicaría, 1870, óleo sobre tabla, 600 x 935 mm, del Museu Nacional d'Arte de Catalunya.
• Elección de la modelo, 1874, óleo sobre tabla, 500 x 800 mm, del The Corcoran Gallery of Art (Washington).
• Desnudo en la playa de Portici, 1874, óleo sobre tabla, 140 x 200 mm, del propio Museo del Prado. Esta obra Fortuny enlaza con el impresionismo, siendo uno de los primeros manifiestos del mediterraneismo en el que destacarán años más tarde pintores como Joaquín Sorolla.